Ella caminaba por esta ciudad hermosa, que se vuelve más hermosa cuando está vacía.
Él hacía lo mismo pero descubriendola por primera vez.
Se cruzaron en mitad de la calle que nunca duerme y se miraron profundamente a los ojos.
Él sonrió, le dijo "hello stranger". Ella devolvió la sonrisa y siguió caminando por inercia. Cuando llegó a la otra vereda, se dio vuelta y lo vio mirándola.
Él volvió sobre sus pasos, la tomó de la cintura con una mano y con la otra corrió el mechón que insistía en caer sobre el ojo derecho de ella.
Y sin decirse una sola palabra, se besaron para siempre.
7 comentarios:
Martes a las cinco y media. Tarde nublada, al menos en mi oficina.
Gaby avisa que escribió algo en su blog.
Lo leo.
Me gusta.
Es bueno algo de romanticismo en medio de tanta crueldad y desolación.
Necesito que me pase con Dolores Fonzi....Podría ser?..
Cortito y efectivo... La gran escena que imaginamos todos los que, cuando caminamos por la calle, hacemos cualquier cosa menos sólo dar pasos a la nada...
Besos
Ha quedado claro. Atención caballeros solteros y bienintencionados: Larios anda cachonda...
Ha quedado claro. Molina no distingue entre cachondeo y romanticismo. Saquen sus propias conclusiones
Yo distingo entre ambas cosas... y conozco a Larios muy bien... Saquen sus conclusiones.
PD: Me encanta generar debate!
No está cachonda. A mi me embola debatir con anita porqeu sé que siempre tengo razón.
A mi me aburre respoderle a Diego porque siempre hace el papel de defensor de pobres y ausentes. Larios se puede defender sola ;)
Por otra parte, este post ha conseguido un milagro: que Diego y Leandro alejen su mirada de los culos tinellescos por un segudo y den paso al verdadero romanticismo.
Aplausos para Larios
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